¿El juego del hombre?

El día de ayer (y hoy también) he estado escuchando hasta el cansancio innumerables opiniones acerca de la noticia deportiva del momento. Un equipo de segunda división (eufemísticamente le llaman primera A), el Celaya, ha decidido contratar a la más famosa jugadora de la selección femenil nacional, Maribel Domínguez. Es decir un equipo de fútbol profesional contrató a una mujer para jugar profesionalmente en su equipo base.

Este fue el pretexto perfecto para que los ultras se mostraran tal cual son. Los muy machines y las muy feministas (que siempre comienzan su discurso como "no soy feminista pero...") con opiniones estilo "es que no puedes tocar a una dama ni con el pétalo de una rosa", lo que significa que los futbolistas no se atreverían a faulearla y entonces llegaría sola a la portería.

Si bien soy prácticamente un ignorante en lides deportivas (le voy a los Pumas porque soy universitario), entiendo que la FIFA todavía tiene que dar su aprobación, pero prácticamente ya es un hecho que esta chava estará jugando en el fútbol profesional. Supongo que existe diferencia física entre un hombre y una mujer, pero tambien entiendo que es muy probable que esta diferencia no sea deteminante para permitirle jugar.

De cualquier manera, lo que realmente me importa destacar es lo interesante del debate. Ayer en Televisa Deportes hicieron su encuestita chafa telefónica y hasta donde vi el sesenta y tantos porciento decía que sí debía jugar (eran como siete mil llamadas). Es un dato revelador, uno supodría que el pambolero medio es machin, aparentemente no (claro que también se puede suponer que por lo interesante del debate gente que usualmente no ve esos programas --como yo-- fue la que opinó en esa encuesta). También la oportunidad de ver a los grandes opinadores balconearse (Javier Solórzano preguntaba ayer "y si le agarran una chichi"). En fin, creo que la sociedad mexicana ya está lista para ver a mujeres haciendo la prueba en espacios eminentemente masculinos.

PD. Mañana salgo de vacaciones, iuuuuju.

Adiós