18 de septiembre de 2008

A quién beneficia

Cuando estaba en la universidad mataron a Colosio. En realidad nunca se supo quien relamente fue el erdadero asesino, pero el vox populli acusa comúnmente a Carlos Salinas de Gortari. En una clase se hizo un ejercicio ante la pregunta básica para tratar de resolver este tipo de eventos: ¿a quién benefició la muerte de Colosio? A Zedillo, aparentemente, aunque en realidad los cercanos a él aseguran que se ganó un puesto que no quería y no esperaba. A Salinas definitivamente no, fue parte de la ruta de ese extraño 1994 que acabó con él haciendo una ridícula huelga de hambre y luego exiliándose en Cuba y en Irlanda. A Manuel Camacho tampoco, la muerte de Colosio acabó con sus aspiraciones de ser Presidente. Es un ejercicio muy interesante para tratar de descubrir quien tendría motiviaciones para ejecutar actos de ese tipo.

Ahora bien, utilizando la misma estrategia vale preguntar, a quién beneficia el bombazo del quince en Morelia. Fundamentalmente beneficia al gobierno de Calderón, porque capitaliza toda la animadversión que se generó alrededor de este acto. Ojo no estoy diciendo que sea el gobierno federal culpable, más bien estoy diciendo que es un beneficiado colateral ante un pésimo cálculo de algún grupo de narcos que decidió: 1. perpretar un atentado en el territorio del rival para debilitarlo y bajar el nivel policiaco en su propia zona de operación o 2. generar desestabilización en la zona y poder hacerse del control del grupo correspondiente (La Familia o los zetas o el que sea).

El asunto es que les resultará contraproducente, porque este tipo de acciones genera animadversión generalizada, así que no sólo afectará a los que directamente lo hicieron, pero también a todo el narco en el territorio nacional.

Veamos como se van dando las cosas.

16 de septiembre de 2008

Morelia

Además de espantado estoy asombrado ante lo que sucedió anoche en Morelia. Si es que al final se confirma que el culpable fue el narco, estaríamos entrando a una etapa completamente nueva respecto a la forma en que operan estos grupos tan poderosos.

Hasta ahora, a pesar del nivel de violencia que muestran, los narcotraficantes se habían limitado a matarse entre ellos o a los integrantes de los cuerpos de seguridad del Estado, pero lo de anoche fue un acto de terrorismo liso y llano. Volver los ojos y hacer víctimas a los ciudadanos comunes nos aproxima ahora sí a condiciones de pánico. Es decir, hasta ayer yo me sentía bastante tranquilo, no soy narco, no soy policía, no tengo tratos ni con unos ni con otros, y a menos que quedara en medio de una balacera (cosa que no sucede en Ciudad de México), no tenía realmente ningún riesgo.

Pero ya que el narco atacó con el único objeto de crear terror entre la población damos un paso más hacia escenarios de ingobernabilidad y de respuesta ilimitada. A ver como se ponen las cosas. Esto sí es una guerra, que me temo será muy difícil ganar.

15 de septiembre de 2008

Fiestas patrias

Normalmente me dan muchísima flojera las celebraciones de calendario, el 15 de septiembre uno tiene que ser mexicano, el 20 de noviembre revolucionario, el 14 de febrero enamorado y el 10 de mayo hijo o madre. Es decir, yo soy mexicano 365 días al año, lo quiera o no, y soy hijo (que no madre) igual todo el año, y enamorado... bueno, eso es más complicado, dejémoslo pasar.

Pero el punto es que los aniversarios para mi tienen un sentido fundamentalmente de reflexión; de hecho para eso supongo que fueron creados, o por lo menos así creo que se deberian entender en pleno siglo XXI.

Entonces el 15 de septiembre no lo entiendo como una fecha en la que debo de beber tequila (que sí beberé), tronar cohetes, agitar mi banderita y gritar muchas veces que viva México. Más bien trato de entender para qué han servido casi doscientos años de vida independiente (normalmente al acabar mi análisis me deprimo y ahí es cuando entra el tequila) y a donde nos ha llevado; de qué sirve ser mexicano hoy, o qué significa serlo en un mundo como el nuestro.

Lo que no significa que no me emocione un poquito viendo el grito (el 2006 fui invitado al Ayuntamiento a escuchar el grito que dio Alejandro Encinas, en ese año tan conplicado, y todavía se me enchina el cuero de recordarlo), no importa si es el de los libres o el de los espurios, lo que sea que eso signifique.

12 de septiembre de 2008

Paredes blancas

Qué extraño, las paredes blancas que no dejan pasar ni un rayito de luz natural y entre las cuales estoy todo el día atrapado hoy amanecieron más blancas. Resulta que la señora de la limpieza decidió que los mapas que estaban desde que yo llegué (hace ya casi seis meses) ya no eran necesarios y los quitó (la verdad es que ya se estaban cayendo).

Este tiempo en esta oficina tan horrible me ha permitido aprender mucho, pero conforme más aprendo más me dan ganas de dejarlo y dedicarme a cualquier otra cosa; sin embargo mi condición económica me tiene atado aquí (al final todo se resume en dinero); así que mejor he decidido tomarlo con filosofía y tomar la vida con calma, concentrarme en las cosas pequeñas que me hacen más agradable el día y ser un téstigo de todo lo que pasa a mi alrededor.

Por eso, creo, estoy de vuelta, para relatar(me) lo que veo y oigo y tratar de comprenderlo convirtiéndolo en letras.