18 de julio de 2007

Cisen

El Cisen es la institución responsable de la inteligencia (¿?) y la seguridad interna del Estado mexicano. Es como la CIA gringa o el MI5 británico (ja); es además la instancia que sustituyó a la temible policía secreta de los años setenta (la DIPD) supuestamente para convertirse en una instancia moderna y de punta. Obviamente nunca tuvo más actividad que hacer seguimiento de prensa e intervenir teléfonos, espiar a partidos de oposición y cosas así, pero cuando se supone que debieron de dar resultados, como prever que el EPR o quien quiera que haya sido (aún me resisto a creer que lo hizo el EPR) volaría los ductos de Pemex pues obviamente no funcionó.

Es más, hoy declara el secretario de Gobernación que el aparato de seguridad no puede prever si habrá más ataques similares. Entonces, me pregunto yo, para que chingaos estamos gastando tantos recursos en ello. Ya sabemos que el Cisen fue el premio para Guillermo Valdez, que fuera director de la encuestadora Gea ISA, la única que consistentemente dio números altos para Calderón durante las elecciones del año pasado.

Es decir, un encuestador responsable de seguridad nacional... estoy a dos grados de comenzar a extrañar a Gutiérrez Barrios (no tanto, pero de menos tenía idea). Y ese es el perfil del PAN que a cada paso magnifica uno de los errores más criticados del PRI: designar a gente en cargos de responsabilidad técnica por sus méritos políticos, por deudas o por compradazgos.

En resumen, ese es el Cisen, pero ahora pregúntense por el ISSSTE (entregado como pago a doña Elba Esther) o el INEGI o ...

Triste cambio nos tocó.

Adiós

13 de julio de 2007

Manejar

Recién llegué a casa, mi camino de retorno fue bastante accidentado, casi choco con un microbús, se me cerró un carro que trató de pasarse un alto, en fin, lo cotidiano; pero en ese trance, mientras pensaba en las señoras mamases de los conductores que iban agrediéndome esta noche recordé que existe un lugar peor en cuestión de manejo que Ciudad de México.

No, estimado chilango, el defe no es el peor lugar para circular, es Lima, ahí sí que manejan mal; para empezar manejan con el claxón, en cualquier trayecto el conductor toca por lo menos unas cinco veces la bocina, además no entienden el concepto de carril, de modo que en una avenida de digamos cuatro carriles ves a lo lejos cuatro carros, luego tres, luego cinco, luego tres, en fin, las hileras de autos que es la imagen paradigmática de una gran ciudad no existen en Lima, ahí alcanzas a observar solamente caos.

Ahora que si eres peatón entonces peor tantito porque es casi imposible que cruces una calle, tienes que hacerlo con el triple de cuidado que en cualquier otra ciudad que conozca; pero lo peor, lo peor de todo son los choferes de transporte público; hacen parecer a los microbuseros capitalinos todos unos caballeros, quién lo diría.

Entonces es verdad aquello de que siempre hay alguien peor que uno.

Adiós

11 de julio de 2007

¿El EPR?

De cuándo acá sale el EPR a salvar a Pemex de la acusación de que sus ductos del año de la canica ya no sirven. Me explico, todo el mundo sabe que esos ductos son viejísimos, no reciben mantenimiento, gotean, los ordeñan, se tapan a cada rato, en fin, que en verdad no hay necesidad de ponerles cargas explosivas para que exploten, vuelan solitos.

Pero, asumiendo que el comunicado sea verdadero y el EPR sea el autor de esas explosiones, entonces Pemex no puede más que darle las gracias. Ya todos sabíamos que esa organización guerrillera (o una de sus seis mil escisiones, porque como buenos luchadores de izquierda se pelean a cada rato entre ellos) hace acciones simpáticas de vez en cuendo, por ejemplo poner petardos afuera de instalaciones bancarias o aparecer en alguna carretera lejana repartiendo propaganda (después de convocar a la prensa claro).

Entonces aplaudamos todos al Ejercito Popular Revolucionario por sus acciones "quirúrgicas".

Adiós

10 de julio de 2007

Elba Esther

Por ahí del año 2000 nos imaginamos que México llegaba a la democracia, que los tiempos de los dinosaurios habían terminado, que los derechos sociales llegarían a nosotros y quién sabe que tantas inocentadas más. En estos días la terriblísima maestra Elba Esther se ha mandado elegir reina, ama, señora y líder vitalicio de su propio sindicato solito de ella (que de pura casualidad es el más grande de América Latina, el de los maestros).

Obviamente tuvo que contar con la complicidad (por lo menos de omisión) del gobierno en turno, que está más que en deuda con ella; es muy probable que Calderón sea hoy presidente por su último empuje. Así pues, en los tiempos que corren el mito de la democracia mexicana se va evaporando un poquito más cada día.

La figura paradigmática de esta época es ella, Elba Esther, como ejemplo de como los caciques se resisten a morir y por el contrario van gozando cada vez más de cabal salud. Triste panorama es el que nos queda.

Adiós

9 de julio de 2007

Reporte de ausencia

Bueno, pues sí, estuve de vacaciones, un viaje mucho tiemo postergado por cuestiones laborales se hizo posible a partir de mi nuevo espacio de libertad. Estuve fuera del país durante tres semanas en Ecuador primero y en Perú después.

En Ecuador tuve oportunidad de estar en la ciudad de Quito que resultó una ciudad encantadora, atractiva, con un aire pueblerino pero a la vez con lugares de metrópoli. Particularmente lo más atractivo que conocí fue su centro, lleno de plazas, iglesias, conventos, edificios coloniales en donde predomina el color blanco lo que le da una vista muy particular. Además cuenta con barrios como La Mariscal que es como La Condesa de allá donde vas en la noche a tomar una chela (o dos). Por supuesto la visita obligada a La mitad del mundo que es un parque como a una hora de Quito donde pasa la línea del Ecuador; además tienen un teleférico, sin mayor gracia por supuesto, pero que permite una vista increible de la ciudad, en fin, Quito es un lugar excepcional.

Además me di una vuelta por las islas Galápagos, en un barquito quesque barato (en realidad carísimo, pero los demás barcos eran mucho más caros) que hizo un recorrido de ocho días por cuatro islas (las cuatro pobladas), visita que me permitió conocer la fauna local, volcanes, paisajes increibles, una orgía constante de naturalismo. Tortugas claro, iguanas, pajaritos, focas (dicen leones marinos, pero el genérico para los urbanos son focas), tiburones (un tiburón rondaba a 30 o 40 centímetros de mí), pecesitos, cangrejos, etcétera. Muy recomendable.

Por el lado de Perú, el viaje inició en Lima, ciudad mucho más grande que Quito, pero menos atractiva, su centro es parecido al centro de acá, pero en versión descuidada. Tiene un barrio llamado Barranco que es como Coyoacán y otro llamado Miraflores que viene siendo como la colonia del Valle. No me decepcionó pero tampoco muero por volver a Lima.

Lo que sí vale realmente la pena de esa ciudad es un museo (Larco) que tiene una colección privada impresionante de objetos arqueológicos de las distintas culturas que poblaron Perú; además su bodega es abierta al público lo que te permite observar estantes y más estantes con cientos o miles de piezas cotidianas acomodadas ahí. Mucho mejor que el oficial de antropología de allá. Esas vistas te permiten comprender la grandeza de la cultura incaica y preincaica. Igual o más impresionante que las nuestras.

Y la última parada, Cusco. Esta ciudad sí es memorable, pequeña pero con ese aire que tienen por ejemplo San Cristobal de las Casas en Chiapas o Antigua en Guatemala; está ya en mi top de ciudades favoritas. Todos los techos por ejemplo, son de dos aguas de teja parda, lo que da una vista de la ciudad que te deja sin habla. Además era la capital del imperio Inca, lo que significa que está llena de restos arqueológicos, incluso algunas paredes de los inmuebles de uso cotidiano de la ciudad son de hecho originales, es decir que medio muro es inca y medio muro es colonial.

Y ahora que está de moda no podía faltar la visita a Macchu Picchu (creo que así se escribe), que es una ciudadela inca construida en la punta de un cerro (que aplanaron, es decir recortaron). Son varias hectáreas de construcción que te dejan sin habla. Los incas no construían grandes templos (o por lo menos no vi ninguno) como acá que tenemos basamentos (pirámides pues) por todo el país; lo que hacían era aprovechar las inclinaciones del terreno (o hacer inclinaciones) para construir. Grandioso, bien vale ser una maravilla del mundo (que ese es otro tema, lo de las siete maravillas es una payasada descomunal, creo).

Por supuesto regresé agotadísimo, con necesidad de un par de semanas de descanso, pero ya estoy de vuelta.

Por cierto, hoy declaro oficialmente concluidas las vacaciones, lo que sigue es iniciar a definir el sentido de mi vida (¿?), pero ese es asunto de otro post.

Adiós