10 de julio de 2007

Elba Esther

Por ahí del año 2000 nos imaginamos que México llegaba a la democracia, que los tiempos de los dinosaurios habían terminado, que los derechos sociales llegarían a nosotros y quién sabe que tantas inocentadas más. En estos días la terriblísima maestra Elba Esther se ha mandado elegir reina, ama, señora y líder vitalicio de su propio sindicato solito de ella (que de pura casualidad es el más grande de América Latina, el de los maestros).

Obviamente tuvo que contar con la complicidad (por lo menos de omisión) del gobierno en turno, que está más que en deuda con ella; es muy probable que Calderón sea hoy presidente por su último empuje. Así pues, en los tiempos que corren el mito de la democracia mexicana se va evaporando un poquito más cada día.

La figura paradigmática de esta época es ella, Elba Esther, como ejemplo de como los caciques se resisten a morir y por el contrario van gozando cada vez más de cabal salud. Triste panorama es el que nos queda.

Adiós

No hay comentarios.: