31 de agosto de 2004

Te doy mis ojos

Sábado de cine, en esta ocasión para ver Te doy mis ojos, un filme español de Icíar Bollaín. Es una buena película, aunque no excepcional, que gira alrededor de la violencia familiar. De un güey que se dedica a sonarse a la mujer, y de cómo la chava poco a poco crece personalmente hasta estar en posibilidad de abandonar al marido y rehacer su vida (ups, creo que dije de más, pero no, sí vale la pena que la vean porque trae una trama entretenida).

Esta película me llevó a pensar en todas mis conocidas, lejanas y cercanas que tienen alma y corazón de sparring. No entiendo, definitivamente no entiendo, que mueve a una mujer a alcnazar niveles tan profundos de vejación y maltrato, y al final regresar siempre. Un caso emblemático es el de Bertha (no tiene inicial porque hace miles de años que no la veo). Ella era una chava con título universitario, socióloga también. Se enamoró de un chavo banda del Cuernito (la zona de los panchitos y eso). Era el cuadro típico. La golpeaba, luego le aventaba un choro de "soy bien buena gente y voy a cambiar", regresaban y luego la volvía a golpear. Una vez la llevamos casi a fuerza a que levantara una denuncia. Un par de días después la retiró, y se desapareció para siempre con él. No tengo idea de si vive o qué con ella. Me imagino muchas cosas pero de algo sí estoy seguro, no le fue nada bien. De por sí las mujeres son un enigma para mi, pero esta faceta es la que menos entiendo. Alguien me puede explicar.

Adiós

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