12 de marzo de 2006

Pena de muerte

Este fin de semana continué con la sesión de películas piratas (me prestaron un gran lote), quiero comentar algunas cosas de las que vi.

Sideways, o Entrecopas en español sólo me deja decir que el vino californiano (y sudcaliforniano también) me parece mediocre, no malo, simplemente mediocre, al igual que la película, es decir es pretenciosa, no es gringada, pero tampoco alcanza a cuajar creo. Esta película estuvo hace más de un año en cartelera pero yo no la había visto, ahora me doy cuenta porqué.

Los tres entierros de Melquiades Ochoa por el contrario me encantó, sobre todo es notable el manejo que se da sobre los personajes gringos, es decir el vistazo rápido sobre una clase jodida gringa que no acostumbramos a ver. Para los que no la han visto (aunque ya tiene un rato en cartelera creo) está ambientada en algún poblado fronterizo de Texas que por cierto es una de las regiones más pobres de los Estados Unidos (además de Arizona y Mississipi). Me gustó también ese recorrido absurdo y sin sentido que permite jugar con los personajes (muy al estilo de Hombre muerto), en fin valió la pena.

Por último Capote. Creo que todo aquel que estudió periodismo leyó A sangre fría, es un imperativo en la universidad (junto con Asesinato de Leñero). Esta película relata esa etapa en la vida de Truman Capote, como se involucró en el caso de un asesinato que ocurrió en un pequeño pueblo de Kansas. No hay mucho que decir, me refiero a que es interesante pero este tipo de películas biográficas nunca han sido mi top.

Sin embargo esta película sí me dejó reflexionando sobre el tema de la pena de muerte. Yo en realidad no tengo problemas con la pena de muerte, es decir me parece justo que el Estado castigue quitando la vida en algunos crímenes; también entiendo que el problema está sobre todo en la falibilidad de la justicia (particularmente en la mexicana, verdad) de modo que es altamente probable que se ejecute a inocentes, por lo que estoy de acuerdo que no se aplique en México.

Pero en Estados Unidos sí se aplica, y esta fue la reflexión. Los condenados a pena de muerte pueden pasar años y más años apelando la sentencia, esperando que en el mejor de los casos se les conmute por cadena perpetua. ¿Para qué? si vas a vivir por ejemplo diez años en lo que se agotan todas las instancias jurdiccionales en una celda de tres por tres, yo francamente mejor exigiría que se me ejecutara inmediatamente, me espantaría la perspectiva de pasar años y más años encerrado en esos espacios para que, sí triunfo, me quede veinte o treinta o el número de años que sea encerrado en una prisión. Es decir... toda la vida...

Qué hace a alguien en esa circunstancia luchar por su vida, es decir, en realidad por qué estás luchando, ¿por uno años más encerrado? Supongo que tiene mucho que ver la religión y los mandatos divinos y el valor precioso de la vida (pero como ustedes saben esos argumentos no tienen sentido para mí). La pregunta real es si vale la pena luchar por la vida (por tú vida me refiero) en cualquier circunstancia o es más importante la calidad de vida, cómo vives antes que vivir sólo por vivir. Es un tema interesante, regresaré sobre él en algún momento para ampliar mis puntos de vista al respecto.

Adiós

No hay comentarios.: