16 de febrero de 2005

Hormonas

Creo que ya he comentado por aquí antes que en la burocrática oficina en donde trabajo, estoy rodeado prácticamente sólo por mujeres. Mujeres a la derecha y a la izquierda, mujeres dando ódenes y recibiéndolas, mujeres por todos lados.

En principio me dirán "oye pues que chido"... pues no. Este gineceo que es mi oficina funciona a base de hormonas. Tengo que ver la posición de la luna en el firmamento antes de dirigirme a alguien para cualquier asunto. Seguramente pensarán "a este ya le está saliendo lo misógino". Pues tampoco, simplemente que las relaciones sociales mujer-mujer son muy difíciles y más si esa relación mujer-mujer (de convivencia pues no piensen nada raro) se da en un ambiente mujeril.

Por ejemplo, si a un güey (a mi por ejemplo) le dicen que haga algo, le dices que lo haga y ya; a una chava en un ambiente 97% femenino hay que: 1. cuidar la entonación; 2. elegir con todo cuidado las palabras; 3. cuidar que la postura sea la adecuada. Si no cuidas estos puntos entonces te reclama, se queja con todas las personas (mujeres) con las que se cruza y luego llora 20 minutos en tu escritorio porque la trataste mal. Por cierto que el artículo que nunca puede faltar en mis cajones es un paquete de pañuelos desechables.

Otra. Se enojan entre ellas cada dos o tres días. Pero se enojan en serio, y se dejan de hablar y luego se pelean con la que le sigue hablando a la que ya no le hablan. Luego se contentan y le dejan de hablar a otra, y además son procesos cíclicos.

Yo sé que dicen por ahí que a las mujeres no hay que tratar de entenderlas, pero en estos momentos me gustaría alguna especie de diccionario mujer-español, español-mujer.

En fin, creo que sólo es un momento de desesperación, ya pasará...

Adiós

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