15 de mayo de 2005

¡Mira!, un cadáver

El viernes en la noche fui a una fiesta de cumpleaños de un amigo. En esa reunión había varios de los perredistas más... "actuales" digamos. Estaban Martí Batres, Armando Quintero, Gilberto Ensastiga, Claudia Sheinbaum y... sí, Carlos Ímaz.

Si ustedes recuerdan Carlos Ímaz ha tenido una trayectoria conocida. El era Consejero Universitario alumno de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM cuando el entonces Rector, Jorge Carpizo, promovió una serie de reformas que incluían eliminar el pase automático del bachillerato, aumentar las cuotas a los estudiantes y reducir el tiempo posible de permanencia. Ahí nació un movimiento estudiantil lidereado precisamente por Carlo Ímaz y otros dos consejeros, Antonio Santos (de la Facultad de Filosofía y Letras) e Imanol Ordórika (de la Facultad de Ciencias). Formaron el famoso Consejo Estudiantil Universitario (CEU) e iniciaron una huelga que evitó la aplicación de las medidas mencionadas. Esto fue en 1987. Después Ímaz se fue a estudiar un posgrado a Estados Unidos y cuando regresó obtuvo una plaza de tiempo completo de profesor en la misma facultad de la que egresó (cosa por demás extraña porque hay profesores que pueden esperar toda su vida por una plaza de esas).

Simultáneamente hizo su carrera política en el PRD, como muy cercano a Cuauhtémoc Cárdenas y a Rosario Robles. Fue diputado federal y Presidente del PRD en la Ciudad de México y luego fue electo Jefe Delegacional en Tlalpan. Su esposa, Claudia Sheinbaum es la Secretaria de Medio Ambiente en el gobierno de López Obrador.

Cuando el escándalo Ahumada estalló resulta que uno de los asiduos visitantes con bolsas del súper para guardar los fajos de billetes era precisamente él. Según declaró públicamente recibío dinero de Ahumada para su precampaña para obtener la candidatura a delegado. después de declarar esto en una entrevista en algún noticiero de Televisión (lo hizo un día antes de que apareciera su video) salío de la televisora, y se encerró en su casa a observar como moría su carrera política.

Ni siquiera ha vuelto a la Universidad a dar clases, está encerrado escribiendo y observando las noticias. Está actualmente en la categoría de "apestado", de modo que nadie se deja ver públicamente con él. Está completamente hundido y se le nota.

De hecho no cometió nigún delito, incluso ya fue exhonerado de las acusaciones que le hicieron. No ha ninguna ley que impida recibir dinero de un empresario para una precampaña, las precampañas no están reguladas por el Cofipe. También es cierto que no fue ético para nada lo que hizo. Hoy cualquiera que haya sido tocado por la mano de Ahumada está bajo sospecha.

Así se veía esa noche, derrotado. Aunque quien sabe, la política da muchos bandazos, en algunos años seguramente volverá. Pero por lo pronto, cuando llegué a casa de mi amigo y lo vi lo primero que me cruzó por la cabeza fue: "mira, un cadáver"; después cuando estreché su mano y vi sus ojos lo confirmé. Estará muerto y enterrado por mucho tiempo.

Adiós

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