15 de agosto de 2005

Tiempos de antaño

Coca Cola en todo el mundo ha tenido como campaña publicitaria principal el slogan "The real thing" (o algo así). El problema que tuvieron en México fue que sus mercadólogos determinaron que la verdad o lo verdadero no es un valor muy popular entre los mexicanos. Por ello cambiaron el slogan por el de "La chispa de la vida".

La semana pasada estuve en Ciudad Victoria, Tamaulipas, ciudad de la que no vale la pena mucho hablar, puede uno morir tranquilamente sin conocerla. Ahí conocí a algunos funcionarios del gobierno del estado y fue así como confirmé que el México de la corrupción y la transa se mantiene intacto, como sucedía en la administración federal en los tiempos de López Portillo o Miguel de la Madrid.

Por ejemplo, Tomás Yarrington, exgobernador de Tamaulipas, decidió que a todos los empleados del estado se les iba a quitar un porcentaje de su sueldo para pagar su precampaña en el Tucom. Ahora que ya perdió (como todos ustedes saben ganó Arturo Montiel) todos esperan que su salario regrese al nivel de antaño, aunque quien sabe.

Esa es sólo una historia de tantas que escuché, de favoritismos, actitudes irregulares, componendas y compadrazgos. Lo que me queda claro es que la corrupción en muchos gobiernos estatales sigue tan sana como siempre. Por eso es que la verdad no es un valor en este país, y la verdad en tanto no cambién las prioridades nuestras será muy difícil acabar con estas prácticas generalizadas en el país.

Adiós

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