7 de agosto de 2005

Cancún

Tal vez no exista mar en el mundo más atractivo que el del Caribe, y de todo el Caribe, muy probablemente los colores más intensos e impresionantes se encuentren en la riviera Maya: Cancún, Playa de Carmen, Cozumel, Isla Mujeres, Tulum, Xel-ha.

Tal vez estoy exagerando, supongo que en el Caribe existen muchísimas playas que compiten con éstas, y seguramente en otras latitudes (probablemente el sureste asiático) existen tonos turquesa e índigo de tanta intensidad como aquí. Sin embargo eso no desmerece en nada la impresión que tuve los cuatro días anteriores al observar continuamente el mar de Cancún.

Por supuesto que estuve trabajando y los colores del mar fueron sólo observables desde los ventanales de la sala en la cual nos encontrábamos; sumado a ello los cuatro días allá sufrí de malestares respiratorios (tos, constipación, temperatura, gripa, todo). Así que apenas y podía mantenerme con ánimos al concluir las horas laborales.

A pesar de todo ello la vista del mar Caribe siempre es apasionante. Ya el sábado me di una escapada a Isla Mujeres (que la pequeña isla es un municipio, con su presidente municipal y todo, así que por primera vez en mi vida puedo decir que observe toda la extensión de un municipio mexicano en una mirada) a disfrutar de su pintoresco pueblo, del mar azul claro, de su pequeña carreterita, de su fauna marina...

Hoy estoy casi en calidad de cadáver, no ayuda la combinación de aire acondicionado, calor extremo, tal vez una que otra desvelada nocturna en ciertos lugares donde venden embriagantes bebidas y un sobreesfuerzo del cuerpo para dormir poco, levantarse temprano, trabajar y aprovechar para algo de diversión. Llegué a casa anoche prácticamente arrastrándome directo a la cama. Pero insisto, valió la pena, a pesar de todos los contras. Los veo mañana.

Igual y mañana tengo ánimos de platicar de cosas más serias.

Adiós

No hay comentarios.: