10 de abril de 2006

El viejo y el nuevo Judas

Por supuesto es el tema de moda, sobre todo por la promoción que National Geographic a hecho (en espectáculares, autobuses y parabuses), pues el rating acaba imperando, Jugar con una idea que ahora conmociona a los cristianos del mundo, la idea de que Judas no es sinónimo de traidor.

De hecho esta idea no es nueva, se ha jugado con ella por mucho tiempo (¿se acuerdan de la ópera rock Jesucristo superestrella?), de hecho el sentido común nos lleva a ella, me explico: la mitología cristiana plantea que el Cristo vino a este mundo a morir por todos los hombres en busca de la redención de sus almas, es como un nuevo pacto entre Dios y los seres humanos. Pero además debía morir a manos de los hombres, y para ello necesitaba un plan y un traidor. Es decir que Judas, ya sea en los evangelios que se encuentran en la Biblia o aquellos que fueron excluidos, siempre fue parte de un gran plan maestro, la diferencia es si se utilizó un hombre naturalmente malo, o si éste estaba consciente de lo que hacía. De cualquier manera el personaje de Judas sale perdiendo.

Seguramente todos ustedes saben que los primeros años del cristianismo son obscuros, fueron doscientos o trescientos años en los que no contaban con Biblia ni nada por el estilo. Muchos creen que los evangelios los escribieron los apóstoles, pero seguro ustedes sabrán que los apóstoles eran pescadores, hombres comunes y además analfabetos, de modo que nunca escribieron nada. Los textos que hoy se conocen fueron escritos varios años después de la muerte de Cristo y de los mismos apóstoles, así que la historia está seguramente distorsionada.

Digamos entonces que los evangelios son la "historia oficial" elegida por decreto sobre otros textos que dicen cosas diferentes, como ésta que ahora da a conocer masivamente NG.

Es un recordatorio de que la historia (o el mito) puede dar un giro repentino y acabar diciendo cosas completamente diferentes a lo que se ha creído por siglos. Tal vez un poco de justicia para un personaje que ha sido satanizado y que en realidad no era tan malo; la historia mata hombres y creas figuras de cera, inamovibles y estáticas, usualmente negras o blancas, rara vez grises como suelen ser en realidad.

La Iglesia Católica (y la Ortodoxa, las protestantes y el mundo de la cristiandad completo) tendrá que acostumbrarse a convivir con la posibilidad de un nuevo personaje; normalmente la estrcutura política de la Iglesia es bastante anquilosada, de modo que tardan mucho en aceptar nuevas ideas, pero a la larga lo hacen, así que en cincuenta o cien años tendremos tal vez a Judas incorporado en el panteón oficial, quién sabe.

Nota: hoy llegué a la oficina y me encontré con la desagradable sorpresa de que la red bloquea la lectura de blogs (no es que lo hiciera muy seguido en la oficina, verdad) así que ahora tendré que ingeniármelas para darme espacios.

Adiós

No hay comentarios.: