20 de abril de 2009

Votar o no votar

Anda circulando en varios blogs una declaración-grupo-buena intención, que invita a anular el voto el próximo 5 de julio (ver aquí).

Durante mucho tiempo he creído que el voto en blanco o anular el voto no tiene mucho sentido en México (si son tan ociosos pueden buscar los posts correspondientes en el historial), porque a diferencia de otros países, aquí el voto blanco o nulo no cuenta, no tiene validez legal y no se suma a la hora del conteo final. Es decir que votar en blanco o anular el voto vale igual que no ir a votar para las cuentas de nuestro queridísimo IFE.

Sin embargo considerando el estado de podredumbre en el que se encuentra nuestra clase política (instituciones, políticos, partidos, ongs, etcétera), ya llevo un rato considerando en serio la propuesta de levantarme el 5 de julio, bañarme, vestirme, desayunar, caminar a mi casilla (de mi ex casa, porque ya no alcance a hacer mi cambio de domicilio), mostrar mi credencial, tomar la boleta y escribir en letras grandes y claras "voto anulado" o una mamada así. A pesar de que sé que servira para lo mismo que si decidiera quedarme en mi cama y dormir todo el día de ese domingo en particular. Como me imagino que estarán muy angustiados sobre la decisión final que tome (ajá) prometo informarles antes que demonios decidí.

Pero regresando a ese especie de manifiesto, el tema es lo que viene después de la bonita imagen que invita a anular el voto, me explico. Dice "no creo en los diputados ni senadores" (lo cual me parece muy bien, lo extraño sería creer en ellos) y remata con un "para volver a creer en esta democracia representativa..." y ahí es cuando se avienta un montón de cosas que si bien pueden ser justas o no, en verdad no tienen que ver nada con el estado de descomposición de nuestros representantes, gobernantes y etcétera.

Si los diputados en un acto estoico deciden bajarse el sueldo (como propone el autor), yo no creería de nuevo en ellos; tampoco creo que si se desaparecieran los pluris (lo cual me parece una salvajada, por cierto) significa que ahora sí, a creer en esos buenos, nobles y comprometidos legisladores. Son cosas que suenan muy bonito, pero una cosa es que las cámaras cuesten un poco menos en dinero y otra que sean buenos legisladores preocupados en darnos mejores leyes y normas. Si eso pasara, entonces tal vez recuperaría la confianza en ellos, pero para que eso suceda tendrían que morirse todos (o casi, a la mejor hay uno que otro por ahí con buenas intenciones, pero no me atrevería a afirmarlo) y los que les sustituyeran tendrían que hacerlo con elementos de fiscalización miles de veces más estrictos que los actuales. O que opinan ustedes.

3 comentarios:

- dijo...

Óscar A. García por acá. Según la más reciente encuesta de Gobernación 23.5% se consideran PRIISTAS, 22.2% PANISTAS, 16.3% PERREDISTAS, 4.7% DE OTROS PARTIDOS y 33.3% no cree en NINGUN PARTIDO. Es decir, según esta encuesta (que puede creerse o no), la mayoría; un 66.7%, tiene identidad partidista en contraste con ese 33% que no cree en ningún partido y de donde se desprenden el llamado a anular el voto. También, si consideramos que PRI y PAN son el Sistema de derecha empresarial-neoliberal dominante obtenemos que 45.7% de la población respalda a ese Sistema y un 54.3% se encuentra en la oposición. Efectivamente hay una mayoría inconforme con el Sistema pero no una mayoría dispuesta a anular el voto. Respaldo sin embargo el derecho de todos aquellos que de esa forma sientan que expresan su posición política. Ante todo yo investigaré quién aspira a representarme, trataré de conocer a cada uno personalmente, platicar con ellos o ellas y si alguno me genera confianza votaré por él o ella y vigilaré el sentido de su voto y sus iniciativas en la Cámara y sino pues efectivamente anularé mi voto. Pero antes me informaré. Saludos!

Chilangelina dijo...

Bien por tocar el tema!
Mi humilde opinión, AQUÍ.

Antropomorfo dijo...

Óscar, si vas a platicar con ellos sólo cuida la cartera, no te la vayan a robar. Bienvenido por aquí.

Chilangelina, fui y leí, ya no comenté porque está bien atrasado el post, pero me parece que el problema ya no son las personas, es el sistema que ya no sirve... ya lo replantearé en otro post. Gracias por pasar.