En estos nuevos escenarios, surgidos de un país profundamente dividido y que se debate en los pantanos de la intolerancia, la imagen de los dos gritos que se dieron ayer en el Zócalo, parece ser lo más cercano que en mucho tiempo estaremos de la discusión política sana y constructiva.
Dos escenarios encontrados, un templete frente al hotel Majestic y el balcón principal de Palacio Nacional, una guerra de sonidos, acuerdos cumplidos a medias... dos gritos, el oficial y el de los "libres"... Es una imagen patética, pero de cualquier manera así fue, y como dije, en este escenario el hecho de que concluyera esta representación en relativa paz es lo más que se puede pedir en estos días. Ojalá las cosas evolucionen en el futuro.
Adiós
16 de septiembre de 2007
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