Se han dado cuenta que cada vez que alguien se muere vivimos días o hasta semanas de una ofensiva informativa respecto al personaje en cuestión. Es bastante obvio, pero al final uno dice ya por favor dejen al pobre muerto en paz.
Ahora se murió Pavarotti (creo que así se escribe), y son sus arias de aquí para allá. En la tele, en la radio, fotos, notas en la prensa, que si era un buen tipo, que sus hijas, en fin. Eso se llama saturación informativa.
Ahora de lo único que estoy seguro es que no quiero que se muera Arjona, no soportaría un embate informativo de ese tipo; si de por si el 8 de marzo uno se tiene que soplar sus rolas todo el maldito día, ahora imagínense el día que se muera... no, por favor, ojalá y tenga muy buena salud.
Adiós
7 de septiembre de 2007
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