Primero respondieron con tácticas de diversión. Brincaron en la defensa de Luis Carlos Ugalde como un ariete para reventar la reforma. Cuando vieron que no funcionaba entonces se enfocaron en lo que realmente les interesaba: el tema de los spots. La propuesta dice que se prohibe terminantemente contratar publicidad electrónica; por el contrario se aumentarán los tiempos oficiales con un perfil "propositivo" para contrarrestar, por un lado el sentido de marketing de la propaganda política y por el otro las campañas sucias como la del 2006.
No es un tema menor claro, cada año electoral las televisoras viven la abundancia ante las carretadas de dinero que destinan los partidos para propaganda en medios electrónicos, si a eso le sumamos que en México todos los años son electorales, pues imagínense el golpe al bolsillo de los concesionarios...
Por supuesto ahora la reacción de prácticamente todos los concesionarios, encabezados claro por Televisa y TV Azteca, es titánica. De pronto resulta que quitarles dinero es un atentado a la democracia, es el principio de una dictadura y no sé que más argumentos esgrimen.
Es el momento más álgido de una guerra que inició cuando la Suprema Corte hechó para atrás la llamada Ley Televisa, que hacía prácticamente dueños del "aire" a los concesionarios. Primero sus concesiones y luego su dinerito, claro que no se van a quedar callados; cualquier espacio informativo o de opinión está dedicado al "golpe a la democracia" que significa impedirles recibir un dinero que consideraban ya en su haber.
Y de aquí en adelante se tratará de haber quien es más fuerte, los partidos que cuentan con el poder de modificar las leyes o los medios que tienen el control de las cabezas de la gente.
se pone interesante, veamos como se desenvuelven las cosas...
Adiós
11 de septiembre de 2007
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