Siempre pensé que sería muy bueno que alguna vez México ganara algo en fútbol. Somos un país pambolero pero acostumbrado a perder. Por ello disfruté el triunfo de la selección Sub-17 en el mundial de la categoría que se jugó en Perú la semana pasada..
El problema comenzó cuando este triunfo se convirtió en un circo mediático. El equipo viajando en turibús del aeropuerto a los Pinos acompañado de cientos de hinchas, Fox dando uno más de sus malisimos discursos, la infaltable Xóchitl Gálvez haciendo sus ya conocidos ridículos, las motos y helicópteros siguiendo el camino del camión.
Pero lo peor fue cuando comenzó a generalizarse el sobrenombre de "niños héroes". De por sí el mito original de los cadetes de Chapultepec es patético por decir lo menos , ahora escuchar que a este equipo de soccer lo llamen así es simplemente absurdo y enfermizo.
Creo que estaba mejor cuando el equipo mexicano perdía.
Adiós
4 de octubre de 2005
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