Hoy, aparentemente, para ser panista parece que es requisito indispensable las declaraciones desafortunadas, los gazapos verbales y las acciones equivocadas. Comenzando por el primer panista del país, Vicente Fox, su señora esposa Martha Sahagún, el presidente del PAN Manuel Espino, el candidato a gobernador del Estado de México Rubén Mendoza, y un muy largo etcétera.
Antes, incluso hasta gracia me hacían las pifias declarativas del presidente y su séquito. Hoy ya estoy un tanto desesperado y en cuenta regresiva. Cuando escuche lo de las faldas dije "bueno ya basta por favor que alguien le calle la boca a este señor" (Vicente Fox dijo respecto a la demanda que interpuso Martha Sahagún en contra de Proceso por difamación algo así como que la señora Martha tenía las faldas suficientes para atreverse a enfrentarse a la prensa amarillista y no se que más estupideces agregó).
Si ustedes recuerdan el PAN de los ochenta y noventa no era así. Es decir, siempre ha sido un partido de Derecha, una ideología con la cual yo disiento pero que me parece muy respetable. Pero de mediados de los noventa hacia acá no recuerdo a un sólo ideólogo o teórico o analista o alguien con nivel suficiente para estructurar un discurso coherente ideológico de este partido. Vaya, el último ideólogo del PAN y de la derecha fue Carlos Castillo Peraza. Brillantísimo filósofo, pésimo político y por lo tanto excelente teórico. Murió y hoy vivimos una sequía preocupante de cabezas (cerebros) en dicho partido.
Curiosamente la culpa fue de Manuel Cluthier. El encabezó una toma silenciosa del partido seguido por una pleyade de empresarios del estilo pragmático (incluyendo a Fox). Es el tipo de personas que consideran que gobernar es administrar. Me temo que las artes de la política requieren mucho más, pero ellos no lo saben o no lo creen. Pronto los empresarios tomaron el control del partido y relegaron a los panistas doctrinarios y tradicionales. Es la época en que Jesús González Schmall y Bernardo Bátiz salieron prácticamente expulsados. Es el ala que hoy trata de reposicionarse con Felipe Calderón a la cabeza (y que no tiene ninguna oportunidad).
En fin, antes me regocijaba ante la ausencia de ideas y gente que pensara en dicho partido (es mi adversario natural, yo soy de izquierda). Hoy me da pánico de pensar el daño que ocasionan porque ni siquiera tratan de implementar su ideología, gobiernan por instrumentos. Y los instrumentos equivocados además. Nunca me imagine anhelar ideólogos de derecha. Pero es un asunto de equilibrio, hoy si deseo que surjan y que se posicionen ya.
Adiós
7 de junio de 2005
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