Sí, Fox no aguanto la presión y todo este asunto pinta a ser un triunfo estruendoso para López Obrador. Según yo (sin ningún tipo de información privilegiada --pura inferencia--) la cosa sucedió así:
Fox, el gobierno federal, comenzó a percibir que la "opinión pública" desaprobaba mayoritariamente la ofensiva en contra de López Obrador, y comenzaba a afectar seriamente la imagen de la presidencia. Se dieron intercambios de llamadas entre los gobiernos federal y capitalino y se llegaron a acuerdos que derivaron en la invitación al diálogo por parte de presidencia de la República y la inmediata aceptación de López Obrador. Seguramente se acordó también el envío de iniciativas de ley beneficiando directamente al Jefe de Gobierno; además se dio el compromiso de revisar el expediente. Rafael Macedo de la Concha, principal actor en la demanda, en el juicio de desafuero y en el procedimiento jurídico no estuvo de acuerdo así que renunció o lo renunciaron. Eso dijo en su discurso de ayer: "no sere obstáculo para el Presidente" (o algo así). Esta renuncia ayudó además a Fox, haciendo que la nota fuera la renuncia del Procurador y no la iniciativa de reforma, que es el verdadero tema de todo este asunto.
Las iniciativas de reforma son dos básicamente. Por un lado salvaguardar los derechos políticos de todo procesado en tanto no se dicte sentencia definitiva y por otro garantizar la presunción de inocencia de los procesados. Es decir, todo lo que impedía la participación de AMLO en las elecciones de 2006 se anula, se elimina.
En resumen, Fox reculó, López Obrador ganó y hoy se enfila claramente para ser el Presidente de la República a partir de diciembre de 2006. No es gratuito que la cara más larga, dura y enojada sea la de Santiago Creel. En fin, ¿ustedes qué opinan?
Adiós
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