4 de septiembre de 2004

Y apareció el carro

En junio me robaron mi carro. Ya lo había comentado antes por aquí, pero no platiqué como. Ahí les va. Estaba detenido momentaneamente en calzada de Tlalpan, cerca de la estación del metro General Anaya, esperando a que me alcanzara J. Un auto se detuvo detrás mio, se bajaron dos sujetos se paro una a cada lado de mi auto, sacaron pistolas, me obligaron a abrir, se subieron, me pasaron a la parte trasera, arrancaron y me anduvieron paseando cerca de una hora. No me lastimaron, no trataron de asustarme,sólo me dijeron "no te preocupes, no te vamos a hacer nada, sólo te vamos a robar". Todo el tiempo el otro vehículo nos siguió. me quitaron además del carro, dinero, una chamarra, el celular y ya, afortunadamente no llevaba tarjetas de crédito ni nada. Me dejaron en Viaducto esquina Francisco Troncoso.

El seguro me pagó, compré un nuevo auto y ya había cerrado ese capítulo. Pero ayer sonó el teléfono, era del Ministerio Público para decirme que mi vehículo había sido recuperado y que tenían un detenido. Así pues fui al famosísimo Bunker (las instalaciones de la Procuraduría de Justicia Capitalina), me tomaron declaración y me llevaron a identificar al tipo en una cámara Gessel (creo que así se escribe). No era ninguno de los que me asaltaron. Triste caso, el carro estaba intacto, lo trataban de vender cuando lo detuvieron. Le salió barato a la aseguradora.

Pero lo más notable es que todo el mundo me trató de maravilla, me sirvieron un café, se deshicieron en agradecimientos porque fui a declarar, en fin, nada de lo que yo esperaba. Además me platicaron como detuvieron al tipo. Resulta que pararon un carro que resulto robado. El que lo manejaba los guió al que se lo vendió, pues lo compró de buena fe. Encontraron siete autos reportados que se vendián a particulares.

Esto va a hacer que cambie un poco la imagen que tengo de la policía judicial capitalina, a veces funciona..., tarde pero funciona.

Adiós

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