He leído hasta el cansancio en muchos blogs que todo el mundo escribe sólo para sí; también he leído la multicitada postura de Semidios que dice algo así como: "si no quisieras que te leyeran entonces escribirías en un cuadernito que estaría abajo de tu cama (o por lo menos es la idea). En mi caso, tengo muchas ganas de expresar mis opiniones (fundamentalmente) y dejar que sigan su curso. A veces me releo y digo "oh, por dios, cómo demonios pude escribir eso", pero las letras alcanzan su derecho propio a existir. Apreció que las comenten y que sean interesantes por dos segundos para mis 32,415 fans (bueno cuatro).
Esto viene al caso porque para Naunet de Conejo aureo le significaron algo, entonces pues gracias por leerme y por apreciar que me haya tatuado una lagartija en la pantorrilla (ji), aunque no tenga amigos que presentarte, porque todos son casados.
De todas maneras, la idea de este blog (¿bitácora?) es plantear opiniones respecto a lo que el día me trae a la mente (o a la tripa, depende del día). A veces el día no me trae nada y por ende no encontrarán nada. A veces el día trae una anécdota cotidiana e insulsa. Pero así seguiré porque este jacalillo me ha hecho muy feliz en este par de meses que ando por aquí.
Por cierto Bitácoras decidió en su top 500 que soy el número 411, osea que casi no estoy. Tampoco sé que significa eso. Creo que es más bueno que malo, pero sólo creo. Total, ya no sé adonde quiero llegar.
Adiós
14 de septiembre de 2004
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