Ya falló el tribunal respecto al día de la elección sin modificar prácticamente en nada el sentido de la votación. Entiendo que sus motivaciones son fundamentalmente jurídicas, pero yo siempre he pensado que entre lo político y lo jurídico lo que debe prevalecer es la política. Una decisión política que hubiera permitido el conteo voto por voto (propuesta mayoritaria por cierto) en mucho hubiera permitido mayor gobernabilidad para el futuro mediato en el país. No fue así, los ánimos se mantendrán caldeados, las acciones serán drásticas, en fin, esos son los nubarrones que hoy se perfilan sobre nuestras cabecitas.
Ya en el congreso se perfiló el bloque que funcionará más o menos igual los próximos tres años. Por un lado PAN, PRI, PVEM y Panal; por el otro PRD, PT y convergencia. Los primeros alcanzan solos la mayoría calificada lo que les permite aprobar las reformas estructurales que no han podido sacar hasta ahora. La oposición perredista será sólo testimonial.
La oposición entonces necesariamente tendrá que ser en las calles, por medio de acciones de resistencia civil; es el resultado de una campaña electoral que devino en enfrentamiento y que terminó en rompimiento. Ya veremos como va. Por lo pronto el Congreso está sitiado, los vecinos que viven alrededor del Palacio de San Lázaro no podrán desplazarse por el bloqueo desde mañana jueves a las nueve de la noche y hasta que se vaya el Presidente el viernes en la noche.
En el Zócalo todo es especulación, nadie está seguro hoy si van a desalojar o dejarán que los campamentos se mantengan para lanzar una sonora rechifla a Fox cuando cumpla con la formalidad. Para el día siguiente, el 16, el desfile está programado no importa sobre quien haya que pasar.
En resumen esto es sólo una muestra de lo que nos espera por los próximos años, sin voto por voto.
Adiós.
30 de agosto de 2006
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