Desafuero

Creo que es momento de dejar el asunto de los juegos olímpicos y voltear la vista a otros temas que nos afectan directamente a todos los mexicanos. Me refiero por supuesto al asunto del desafuero del actual Jefe de Gobierno del Distrito Federal Andrés Manuel López Obrador, el precandidato más fuerte para ganar las elecciones presidenciales en el 2006.

Podemos o no tener muchos problemas con respecto a su posible candidatura, y a su posibilidad de ser el próximo Presidente de México. En lo personal yo creo que tiene un perfil francamente autoritario, y fundamentalmente presidencialista (es decir, un Presidente con mucha fuerza frente a otros poderes y órdenes de gobierno). Ya he dicho en este espacio que lo mejor para este país es un nuevo pacto federal, una nueva constitución que renueve la relación entre los poderes. Según yo es lo único que sacaría a México del actual impasse. López Obrador NO impulsaría acciones en dicho sentido. Sin embargo en el escenario actual muy probablemente votaría por él (si las opciones fueran Madrazo y Creel, por ejemplo). Sería la opción del mal menor de acuerdo con mi línea y tendencia política (que por si no se han dado cuenta es social demócrata o de izquierda).

Pero el asunto del desafuero trasciende esas diferencias. No tiene tanto que ver con López Obrador como con la posibilidad de que se vulneren las instituciones del Estado por razones meramente electorales. Es cierto que existen grupos de interés con muchísimo poder detrás de nuestra clase política. No digo nada nuevo y es más o menos transparente (las empresas financieras y relacionadas con la energía principalmente). Estos grupos temen que Andrés Manuel López Obrador llegue al poder (tampoco digo nada nuevo). Así que han desarrollado estrategias para reducir su ventaja frente a sus oponentes (este es el famoso complo'). Primero fue Nico, después el Secretario de Finanzas del GDF (es decir el que maneja los dineros), luego Bejarano y al final Carlos Ímaz (y de paso la pobre Rosario Robles, tan ingenua). Ojo no estoy diciendo que se hayan inventado los crímenes, simplemente digo que se evidenciaron con una intención electoral. Y surtió efecto de manera parcial; la intención del voto antes era de más del 50% para el tabasqueño, hoy está en el treinta y tantos. Pero no ha sido suficiente, sigue punteando la carrera presidencial.

La opción judicial hoy aparece como el último recurso para sacarlo de la contienda (claro también pueden matarlo, pero eso sería muy drástico, no creen). Así que amparados en un desacato a una orden judicial buscan retirarle el fuero, eventualmente encarcelarlo y con ello hacer que pierda sus derechos ciudadanos y por ende su posibilidad de ser candidato. ¿Fácil, no? pues no.

Veámoslo así. El GDF decidió expropiar un terreno para poder construir una vialidad para llegar fácilmente a un hospital. Los dueños del terreno se ampararon, pero el Jefe de Gobierno desacató esa instrucción que recibió de un juez... y ya. Vale comentar además que no es el único que ha desacatado decisiones judiciales, incluso algunas mucho más graves, pero sí el único que sigue este proceso. Actualmente la petición de desafuero se encuentra en dictamen en la Cámara de Diputados. La fracción del PAN acordó votar por el desafuero, la fracción del PRI aún no ha manifestado claramente su postura, pero supongo que también votará a favor con la instrucción de que unos cuantos voten en contra pa' disimular. El expresidente Fox ha insistido públicamente a favor del desafuero. Todo el aparato de gobierno empuja en ese sentido. Lo que claramente se observa es que esta no es una situación jurídica sino política.

El problema entonces es que es una movida demasiado obvia. Quedarían evidenciados. Y lo saben, por eso ha sido el proceso tan lento, pero los intereses detrás son demasiado fuertes, por eso no se detienen. En resúmen, estamos en un momento crucial para la historia del país (aunque de pronto no se vea tan así). Hoy no sé claramente que va a pasar, pero sí se le desafuera, entonces las instituciones de este país no volverán a ser las mismas, será una regresión de cien años por lo menos. Veremos como camina el asunto.

Adiós