Recién llegué a casa, mi camino de retorno fue bastante accidentado, casi choco con un microbús, se me cerró un carro que trató de pasarse un alto, en fin, lo cotidiano; pero en ese trance, mientras pensaba en las señoras mamases de los conductores que iban agrediéndome esta noche recordé que existe un lugar peor en cuestión de manejo que Ciudad de México.
No, estimado chilango, el defe no es el peor lugar para circular, es Lima, ahí sí que manejan mal; para empezar manejan con el claxón, en cualquier trayecto el conductor toca por lo menos unas cinco veces la bocina, además no entienden el concepto de carril, de modo que en una avenida de digamos cuatro carriles ves a lo lejos cuatro carros, luego tres, luego cinco, luego tres, en fin, las hileras de autos que es la imagen paradigmática de una gran ciudad no existen en Lima, ahí alcanzas a observar solamente caos.
Ahora que si eres peatón entonces peor tantito porque es casi imposible que cruces una calle, tienes que hacerlo con el triple de cuidado que en cualquier otra ciudad que conozca; pero lo peor, lo peor de todo son los choferes de transporte público; hacen parecer a los microbuseros capitalinos todos unos caballeros, quién lo diría.
Entonces es verdad aquello de que siempre hay alguien peor que uno.
Adiós
13 de julio de 2007
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