La semana pasada salió una nota que informaba acerca de la decisión del secretario de Transporte de la Ciudad de México, Armando Quintero, en el sentido de presentar una demanda penal en contra de su hermano por tráfico de influencias, ya que había gestionado, amparándose en su situación familiar, sitios de taxis y placas a organizaciones vinculadas al grupo de Bejarano.
El punto es, además de lo loable de la acción de Quintero, el hecho de que es su hermano. Es decir piénsenlo, si estuvieran ustedes en su lugar ¿embotellarían a su hermano? Es una decisión más que difícil, que afecta no sólo a ti y al hermano, si no a toda la estructura familiar. Claro que lo legal y esperado de un funcionario es hacerlo, pero... no alcanzo a imaginar el costo.
Yo no estoy tan seguro de que lo haría, ¿y ustedes?
Adiós
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