25 de mayo de 2006

Ciudades

El día de ayer mamá Coss y mamá Santoy (las mamás de Érika y Diego se acuerdan) iban manejando sendos automóviles por las calles de Monterrey y de pronto que se encuentran. Por supuesto se empezaron a gritar insultos, lanzar cosas y pa' no hacer el cuento largo acabaron en el ministerio público.

La lectura de esto, lo que me hace reflexionar es que en verdad la única ciudad que hay en el páis es Ciudad de México, haber díganme cuando se van a encontrar a alguien remotamente conocido andando por sus calles. Yo he vivido mis 34 años aquí y recuerdo probablemente dos, máximo tres encuentros de ese tipo.

Por supuesto que lo digo con mucho respeto (antes de vivir una ofensiva de habitantes de otras ciudades de la república), pero entiendo como una característica primordial de una ciudad el anonimato, lo que da una ciudad es la imposibilidad de encontrarte a alguien conocido en las calles, la oportunidad de ser un desconocido mientras recorres sus espacios.

O haber, díganme, cuando fue la última vez que les sucedió algo así.

Ya estoy de vuelta.

Adiós

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