Hace rato venía en el carro de hacer un trámite más que engorroso pero que tengo que terminar. Manejaba feliz, mientras disfrutaba la musiquita y el airecito frío y me puse a pensar: hace un par de meses estaría todo estresado, preocupado, angustiado y otros adjetivos similares, respecto a cualquier tontería que simula ser importantísima... Ahora, visto en perspectiva, bajo el sol en un ambiente mucho más confortable, acabas por concluir que en realidad no importa.
Lo que sea que parece tan importante en verdad no importa, no es un tema que te debe angustiar o preocupar. Ojo no digo que no debas de ocuparte en resolverlo, arreglarlo, concluirlo o lo que sea, pero la salud mental... esa debe quedar intacta.
Y es increible como he cambiado en dos meses...
Adiós
4 de junio de 2007
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