Impasse

Ya es cuatro de julio y por primera vez en la historia reciente de este país, todavía no sabemos quien ganó. Por lo menos los reultados oficiales han dado como empate técnico a los dos candidatos punteros, Calderón y López Obrador, sin embarbo eso ya la saben. Los panistas ya están festejando, de hecho el ambiente es que ganó Calderón; los perredistas están esperando, pensando en estrategias aunque tengo la impresión de que no tienen ningún elemento real que pueda revertir la tendencia.

La diferencia entre Calderón y AMLO es de cuatrocientos mil votos de un padrón de setenta millones. En resumen, gane quien gane lo que no tendrá seguro es consenso. Los resultados en el congreso así lo muestran. Si bien el PAN se convierte en la primera minoría con el 33% de los votos, difícilmente tendrá comodidad en la operación en un congreso así de dividido.

El gran perdedor, el PRI. Por primera vez este partido queda en tercer lugar en la votación, sin olvidar que tiene que entregar el ocho por ciento de su votación al Partido Verde. El futuro de ese partido es de recomposición, de redfundación o de desaparición. Ya ayer los gobernadores priístas y la maestra se reposicionaron y anularon completamente a Madrazo quien muy obediente salió a reconocer su derrota obligado por esos grupos que aparentemente ya negociaron con el PAN.

Los dos partidos nuevos obtuvieron su registro, la sorpresa es que Nueva Alianza llegó hasta el cinco por ciento de la votación, definitivamente si funciona la operación de Elba Esther en su sindicato. Alternativa por el contrario llegó apenas, tendrá alrededor de cuatro curules en la cámara de diputados. Ahora tenemos ocho partidos con registro, creo que es tiempo de ir depurando.

En resumen, recomposición de fuerzas políticas fortalecimiento de las regiones tradicionales y todavía nada para nadie. Supongo que será hasta el viernes o sábado que sabremos el resultado definitivo. Veo (y con tristeza) que el PAN repite su triunfo, pero veamos que pasa.

Adiós